Siete años atrás, un emprendedor de nombre Diego Romero comenzó un negocio de lasañas en la terraza de un amigo. Hoy su proyecto abarca cinco propuestas gastronómicas y contempla el alquiler de dark kitchens para el desarrollo de nuevas marcas. Aquí sus consejos para triunfar en este rubro.
Todo empezó con un lasaña. En concreto, la lasaña de carne que el padre de Diego Romero le había enseñado a preparar a su hijo por puro disfrute, y cuya receta terminó convirtiéndose en el comienzo de algo mucho más grande. Tan grande que hoy salpica a varias decenas de marcas (algunas propias, otras aledañas) y que operan todas por delivery. El concepto se basa en las dark kitchens y se ha resumido en una palabra: Wicuk.